Cada vez más personas buscan formas naturales de recuperar la vitalidad, desinflamar su cuerpo y reconectar con su bienestar. El ayuno depurativo es una de las herramientas más eficaces y accesibles para lograrlo. Lejos de ser una moda, esta práctica tiene raíces antiguas y un respaldo científico cada vez mayor.
A través de una pausa digestiva acompañada de líquidos nutritivos y un entorno de calma, el cuerpo inicia procesos de limpieza, reparación y regeneración celular. Pero ¿en qué consiste exactamente?, ¿cómo se hace de forma segura?
En este artículo te lo contamos todo, y si quieres ir más allá, en ayuno depurativo puedes explorar esta práctica con acompañamiento profesional.
¿Qué es un ayuno depurativo?
El ayuno depurativo es una práctica destinada a limpiar el organismo mediante la reducción o eliminación temporal de la ingesta sólida, dando prioridad a líquidos que favorecen la eliminación de toxinas.
Origen y fundamentos
A lo largo de la historia, muchas culturas han recurrido al ayuno como medio para purificar el cuerpo y la mente.
Hoy, esta práctica resurge desde un enfoque más científico y funcional: al reducir la carga digestiva, el cuerpo puede dedicar energía a la eliminación de toxinas, la reparación celular y el equilibrio metabólico.
Diferencias con el ayuno intermitente
A diferencia del ayuno intermitente, que se basa en alternar periodos de alimentación y ayuno sin cambiar necesariamente el tipo de alimentos, el ayuno depurativo integra líquidos específicos (jugos verdes, caldos vegetales, infusiones) y tiene una intención clara: desintoxicar y resetear el organismo.
Además, suele practicarse en retiros o bajo supervisión profesional, y puede durar desde uno hasta varios días, como sucede con el ayuno prolongado de 72 horas o incluso el de 5 o 7 días.
Tipos de toxinas que se eliminan
El cuerpo elimina compuestos acumulados a través del hígado, los riñones, la piel y los pulmones. Un ayuno depurativo estimula estos órganos para eliminar:
- Residuos de alimentación industrializada
- Exceso de mucosidad
- Metales pesados en pequeñas cantidades
- Inflamación acumulada
No es magia, es fisiología: al dejar de introducir sustancias dañinas, el cuerpo se autoequilibra.
Beneficios más comunes
Aunque los efectos pueden variar según la persona y la duración del proceso, hay beneficios que se repiten con mucha frecuencia.
Piel, digestión y energía
Una de las primeras mejoras visibles es en la piel: más luminosa, menos granos o inflamación. A nivel digestivo, se alivia la hinchazón, mejora el tránsito intestinal y se restablece la flora bacteriana.
En cuanto a la energía, muchos experimentan una especie de «despertar»: mayor claridad mental, menos pesadez, más ligereza general.
Mejora del sistema inmune
Al reducir la inflamación sistémica y optimizar la función del hígado, el cuerpo está mejor preparado para defenderse ante virus, bacterias o desequilibrios internos.
También se refuerza el intestino, que es una parte fundamental del sistema inmunológico.
Regulación del apetito
Un efecto menos conocido del ayuno depurativo es que reeduca el hambre. Al eliminar alimentos ultraprocesados y azúcares, disminuyen los antojos, y se restablecen los ciclos naturales de hambre y saciedad.
Este beneficio es clave para quienes quieren iniciar después un protocolo más largo, como un ayuno prolongado de 5 días o incluso de 7 días, con mayor control y consciencia.
Qué alimentos y líquidos acompañan el proceso
Aunque se trata de un “ayuno”, en la mayoría de protocolos depurativos sí se permite (e incluso se recomienda) el consumo de ciertos líquidos que ayudan a movilizar y eliminar toxinas.
Jugos verdes y caldos vegetales
Son los grandes protagonistas. Aportan minerales, vitaminas, enzimas y antioxidantes sin exigir un esfuerzo digestivo. Los caldos de apio, hinojo, puerro o jengibre son especialmente recomendados.
Los jugos de pepino, espinaca, manzana verde o limón también son grandes aliados.
Infusiones depurativas
Tés e infusiones como el de diente de león, ortiga, cardo mariano o manzanilla estimulan la función hepática, reducen la inflamación y favorecen la diuresis.
Además, ayudan a calmar el sistema nervioso y reducir la ansiedad en los primeros días de ayuno.
Qué evitar durante el ayuno
Durante un ayuno depurativo, conviene evitar:
- Café, alcohol, refrescos y bebidas estimulantes
- Suplementos sin indicación profesional
- Alimentos sólidos (salvo en protocolos mixtos muy específicos)
La limpieza ocurre mejor si no se sobrecarga al cuerpo con elementos innecesarios.
Cuándo y cómo hacerlo con seguridad
Aunque el ayuno depurativo es una práctica segura para la mayoría, conviene hacerlo bien planificado y, siempre que sea posible, bajo acompañamiento.
Supervisión profesional
Un buen ayuno empieza antes de dejar de comer. Prepararse con alimentación ligera, mentalización y guía profesional es clave para evitar malestares innecesarios o errores comunes.
En Mi Ayuno ofrecemos acompañamiento personalizado para que vivas esta experiencia de forma efectiva, segura y consciente.
Contraindicaciones habituales
No está recomendado en casos de:
- Bajo peso o desnutrición
- Embarazo o lactancia
- Diabetes o enfermedades crónicas sin supervisión
- Trastornos de la conducta alimentaria
En estos casos, se pueden aplicar versiones adaptadas, siempre con apoyo médico.
Frecuencia recomendada
Un ayuno depurativo puede hacerse:
- 1 vez al mes como limpieza regular
- Cada cambio de estación, como reajuste natural
- Previo a un ayuno más prolongado, como fase preparatoria
Lo importante es hacerlo con sentido, no como una solución exprés.