¿Te has planteado realizar un ayuno de 5 días y no sabes por dónde empezar? En Mi Ayuno, te acompañamos en este proceso para que lo realices de forma segura y consciente.
Este tipo de ayuno, más prolongado que el ayuno intermitente de 12 o 16 horas, ofrece beneficios significativos para la salud, pero también requiere precauciones.
En este artículo, te contamos qué sucede en tu cuerpo durante 5 días sin comer, cómo prepararte física y mentalmente, y cómo romper el ayuno adecuadamente.
Si buscas una experiencia más profunda, nuestros programas de retiros de ayuno están diseñados para guiarte en cada paso del camino hacia el bienestar.
¿Qué sucede en el cuerpo durante un ayuno de 5 días?
Al completar un ayuno de 5 días, tu cuerpo experimenta cambios fisiológicos significativos que pueden tener efectos positivos en tu salud. Durante el ayuno, los niveles de insulina disminuyen, lo que facilita la quema de grasa almacenada. Además, se incrementa la producción de hormona del crecimiento, que favorece la reparación celular y la preservación de la masa muscular.
El descanso digestivo permite al sistema gastrointestinal regenerarse y mejorar su eficiencia. Este período de reposo puede contribuir a una mejor absorción de nutrientes y a la reducción de inflamaciones intestinales.
Además, el ayuno prolongado activa la autofagia, un proceso mediante el cual las células eliminan componentes dañados o disfuncionales, promoviendo la regeneración celular y la prevención de enfermedades.
Preparación física y mental para el ayuno de 5 días
Antes de embarcarte en un ayuno prolongado, es esencial prepararte tanto física como mentalmente para asegurar una experiencia segura y beneficiosa.
Preparación física
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Consulta médica: Antes de iniciar un ayuno de 5 días, es recomendable consultar a un profesional de la salud para asegurarte de que es adecuado para ti.
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Dieta previa: Reducir gradualmente la ingesta de alimentos procesados y aumentar el consumo de frutas, verduras y líquidos puede facilitar la transición al ayuno.
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Hidratación: Mantenerse bien hidratado antes y durante el ayuno es crucial para evitar deshidratación y otros efectos secundarios.
Preparación mental
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Establece objetivos claros: Comprender por qué deseas realizar el ayuno te ayudará a mantener la motivación.
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Practica la atención plena: Técnicas como la meditación pueden ayudarte a manejar los desafíos mentales que puedan surgir durante el ayuno.
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Apoyo emocional: Compartir tus planes con amigos o familiares puede proporcionarte el respaldo necesario para completar el ayuno con éxito.
Cómo romper el ayuno después de 5 días
Romper el ayuno de manera adecuada es crucial para evitar molestias digestivas y aprovechar al máximo los beneficios del ayuno. Comienza con alimentos fáciles de digerir y en pequeñas porciones. Opciones como caldos, sopas ligeras o batidos pueden ser ideales para reintroducir alimentos al sistema digestivo.
Después de 5 días sin comer, es común sentir hambre intensa. Sin embargo, es importante evitar comer en exceso de inmediato, ya que esto puede causar malestar gastrointestinal y contrarrestar los beneficios del ayuno.
Opciones de menú
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Sopa de verduras: rica en nutrientes y fácil de digerir.
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Batido de frutas: proporciona energía y vitaminas esenciales.
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Pescado a la plancha con vegetales al vapor: una comida equilibrada y ligera para continuar después de romper el ayuno.
¿Te animas a probar el ayuno de 5 días?
En Mi Ayuno, te ofrecemos programas personalizados para ayudarte a integrar el ayuno de 5 días de manera segura y efectiva.
Nuestros retiros de 7 días y retiros de 13 días están diseñados para guiarte en este proceso, brindándote el apoyo y la información necesarios para alcanzar tus objetivos de salud y bienestar.
Preguntas frecuentes sobre el ayuno de 5 días
El ayuno de 5 días es un ayuno prolongado que permite profundizar en procesos de autofagia y regeneración celular más allá de lo que se consigue con ayunos de 24 o 48 horas. Por eso exige una preparación física y mental cuidadosa y, siempre que sea posible, supervisión profesional.
Durante la semana previa conviene reducir ultraprocesados, alcohol, azúcar y cafeína e incrementar el consumo de frutas, verduras y agua. También es recomendable bajar la intensidad del ejercicio y realizar una valoración médica si tomas medicación o tienes antecedentes de salud.
Clarificar tu intención (por qué quieres hacerlo), practicar meditación o respiración consciente y planificar días más tranquilos reduce la ansiedad. Contar con apoyo emocional y un equipo que te acompañe hace que el proceso sea más llevadero y profundo a nivel interno.
Muchas personas experimentan descenso de inflamación, mejoría de la sensibilidad a la insulina, ligereza digestiva, claridad mental y una sensación de “reinicio” profundo. El cuerpo dispone de tiempo suficiente para priorizar reparación y depuración en lugar de digestión continua.
No está indicado para personas con bajo peso, trastornos de la conducta alimentaria, embarazo o lactancia, diabetes tipo 1 u otras patologías complejas sin control médico. En estos casos solo se valora dentro de un protocolo clínico supervisado.
Si aparecen mareos intensos, palpitaciones, dificultad para concentrarte o debilidad extrema, es importante valorar una reintroducción anticipada o adaptar el protocolo. En un retiro de ayuno supervisado, el equipo médico revisa estas señales a diario.
La ruptura debe ser muy progresiva: primero caldos o sopas ligeras, después verduras cocidas y, más adelante, pequeñas raciones de proteína y grasas saludables. Evita atracones y alimentos muy densos; la reintroducción es casi tan importante como el propio ayuno.
En Mi Ayuno cuentas con supervisión médica, seguimiento diario, entornos naturales cuidados y actividades suaves (senderismo consciente, talleres, apoyo emocional) que sostienen el proceso. Así el ayuno prolongado de 5 días se convierte en una experiencia segura, acompañada y transformadora.




