El ayuno prolongado de 72 horas es una práctica avanzada que va más allá del ayuno intermitente clásico.
Durante tres días completos sin ingerir alimentos sólidos, el cuerpo activa procesos de limpieza celular, regeneración y ajuste metabólico profundo.
En Mi Ayuno, acompañamos a muchas personas que deciden dar este paso con intención, consciencia y seguridad. Y si tú también te estás planteando probarlo, esta guía te ayudará a entender qué implica realmente, cómo prepararte y qué beneficios puedes esperar.
Puedes considerarlo un paso intermedio antes de abordar propuestas más intensas como un ayuno prolongado de 7 o incluso 13 días.
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¿Qué es el ayuno prolongado de 72 horas?
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El ayuno prolongado de 72 horas consiste en pasar tres días consecutivos sin ingerir alimentos sólidos, manteniéndose únicamente con agua, infusiones, caldos vegetales o minerales (sin calorías).
A diferencia del ayuno intermitente (como el 16/8 o el 24 horas), este tipo de ayuno permite alcanzar fases metabólicas más profundas, como la cetosis completa y la autofagia celular intensa.
Este tipo de práctica debe considerarse como una herramienta terapéutica y depurativa, no como un método de pérdida de peso exprés.
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Cambios fisiológicos durante un ayuno de 72 horas
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Durante los tres días de ayuno, el cuerpo atraviesa fases muy concretas:
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Primeras 24 horas: se agotan las reservas de glucógeno y comienza la transición hacia el uso de grasa como fuente principal de energía.
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Entre 24 y 48 horas: se activa la cetosis, aumenta la producción de cuerpos cetónicos y el cerebro comienza a adaptarse a esta nueva fuente de energía.
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Entre 48 y 72 horas: se intensifican procesos como la autofagia, la reducción de inflamación sistémica y la regeneración celular.
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Estos efectos no se alcanzan con ayunos más cortos, por lo que el protocolo de 72 horas tiene un valor único y muy potente.
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Beneficios del ayuno prolongado de 72 horas
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Las investigaciones más recientes apuntan a beneficios profundos que van más allá de lo físico. Aquí algunos de los más destacados:
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- Activación de la autofagia, el proceso mediante el cual el cuerpo recicla células dañadas.
- Reducción de la inflamación crónica, relacionada con enfermedades metabólicas y autoinmunes.
- Mejora de la sensibilidad a la insulina y reducción de la glucosa basal.
- Claridad mental y mayor capacidad de concentración, gracias al efecto de los cuerpos cetónicos.
- Pérdida de grasa visceral y mejora del perfil lipídico (triglicéridos, colesterol).
- Reajuste del apetito: muchas personas notan que tras un ayuno de 72 horas comen con más consciencia y menos ansiedad.
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Estos beneficios se amplifican si se repite de forma periódica, o si se continúa con prácticas más prolongadas como un ayuno prolongado de 7 días o de 5 días, siempre bajo supervisión profesional.
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¿Quién puede hacer un ayuno de 72 horas?
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No todo el mundo está preparado para este tipo de ayuno, y no debe realizarse sin preparación previa o acompañamiento adecuado.
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Es ideal para ti si:
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- Ya has practicado ayunos intermitentes o de 24 horas con éxito.
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- Buscas un reinicio metabólico profundo o una depuración emocional.
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- Quieres dar un paso más consciente hacia el autocuidado y la salud integral.
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- Te encuentras en un proceso de transformación y necesitas claridad mental.
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No es recomendable si:
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- Tienes bajo peso o trastornos alimentarios.
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- Estás embarazada o lactando.
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- Tienes problemas de salud crónicos sin supervisión médica.
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- Estás tomando medicación que requiere alimentación regular.
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En estos casos, es mejor optar por propuestas adaptadas o bien consultar con un profesional antes de iniciarte.
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Preparación previa: cómo empezar de forma segura
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Antes de comenzar un ayuno prolongado de 72 horas, es importante preparar cuerpo y mente. Aquí algunos pasos clave:
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Reduce progresivamente la ingesta de azúcares y ultraprocesados en los días previos.
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- Pasa por fases intermedias, como el ayuno de 16 o 24 horas.
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Aumenta tu hidratación: llega al ayuno bien hidratado para evitar síntomas como dolores de cabeza o fatiga.
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- Planifica el ayuno en días con baja carga física o laboral.
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- Mentalízate: no se trata solo de dejar de comer, sino de darte un espacio de reconexión y limpieza integral.
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Qué hacer (y qué no) durante el ayuno de 72 horas
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Durante el ayuno, estas recomendaciones marcarán la diferencia:
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SÍ:
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- Bebe agua en abundancia.
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- Puedes tomar infusiones, caldos vegetales filtrados o agua con sal marina (si es necesario).
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- Practica actividades suaves como caminar, meditar, leer.
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- Descansa más de lo habitual.
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NO:
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- No tomes bebidas con cafeína en exceso.
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- Evita el ejercicio intenso.
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- No te expongas a situaciones de estrés o exigencia extrema.
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- No lo hagas solo si no tienes experiencia o apoyo profesional.
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Cómo romper el ayuno correctamente
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La ruptura del ayuno es tan importante como el propio proceso. Hacerlo mal puede generar problemas digestivos, hipoglucemias o picos de insulina.
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Recomendaciones:
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- A las pocas horas, añade alimentos cocidos y fáciles de digerir: calabacín, zanahoria, arroz blanco, manzana asada.
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- Empieza con caldos vegetales suaves o jugos de vegetales diluidos.
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- Evita proteínas animales, legumbres, grasas y fibra insoluble en las primeras 24 horas tras el ayuno.
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- Come despacio y con atención plena.
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Recuerda que romper bien el ayuno permite consolidar los beneficios y facilita la vuelta a una alimentación consciente.
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Recomendaciones médicas y advertencias importantes
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Aunque el ayuno de 72 horas es seguro para la mayoría de las personas sanas, no debe hacerse a la ligera. Estos son los puntos clave:
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- Realízalo con supervisión si es tu primera vez o si tienes dudas médicas.
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- Escucha tu cuerpo: si aparecen síntomas graves (mareo persistente, confusión, taquicardia), interrumpe y consulta.
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- Evita la autogestión si tienes alguna condición diagnosticada (hipoglucemia, problemas renales, etc.).
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- No lo utilices como método de adelgazamiento rápido.
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Si te interesa un enfoque más profundo, puedes considerar una experiencia como el ayuno prolongado de 13 días siempre bajo acompañamiento profesional, emocional y médico.
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Cuándo considerar un ayuno de 72 horas y por qué hacerlo acompañado
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El ayuno prolongado de 72 horas no es para todos, pero para quienes están listos, puede suponer un antes y un después en su salud física, mental y emocional.
No se trata solo de no comer durante tres días: es una oportunidad para pausar, resetear y volver a conectar con tu cuerpo desde otro lugar.
En Mi Ayuno, ofrecemos la posibilidad de acompañarte en este camino, ya sea desde casa con guías profesionales o en retiros supervisados diseñados para facilitar este proceso en un entorno seguro y transformador.
Puedes explorar todos nuestros programas de ayuno prolongado y encontrar el formato que mejor se adapte a ti.
